Torre de la Manresana

¿QUÉ ENCONTRARÉIS?

En el siglo X, el condado de Osona extendía sus dominios sobre las tierras de las comarcas de L'Anoia y La Segarra. El avance sobre estas tierras quedaba custodiado por una red de torres de vigía, de las que la mejor conservada es la Manresana en Prats de Rei.

A su alrededor se levantaba un castillo, del que solo quedan los cimientos de las murallas, una estancia y la torre, reformada en el siglo XII. A pesar de las murallas que lo rodeaban, la torre continuaba siendo el elemento más reforzado del castillo, ya que era el último refugio para los defensores cuando caía la fortaleza. Por ello, está construida con sillares de piedra bien tallados, unidos con mortero, y cuenta con una única puerta a media altura, a la que se accedía a través de una escalera levadiza.

Con una altura de 21 metros, permite disfrutar de una amplia panorámica del entorno. Por este motivo, fue escogida como punto de observación por el ejército austriacista durante la batalla que mantuvieron en Prats de Rei contra las fuerzas borbónicas, a finales de 1711, en el transcurso de la guerra de Sucesión.